EDUCAR NO ES ADOCTRINAR
Ante la imposición de la ideología de género
2 de febrero de 2017
Educar es mucho más que enseñar conocimientos, que alcanzar un buen nivel académico, o saber varios idiomas. No parece que estemos haciendo grandes progresos en materia educativa, el nivel de nuestros alumnos en España no parece ser muy alto, más bien parece que utilizamos la educación y a los alumnos como plataformas para nuestros objetivos, de ahí todos los cambios educativos que surgen en función de los gobernantes y de la tendencia política.
Educar es enseñar a los jóvenes y a los niños a saber elegir, no es solo saturar de conocimiento o ejercer la memoria, lo más importante bajo mi punto de vista es enseñar a pensar, a razonar, a tener opinión personal. Es cierto que ese no es el objetivo de parte de la comunidad educativa, que considera que pensar no está bien, y los principios y actitudes se adoctrinan, de tal manera que ya no hay pensamiento personal. De ahí deducimos el porqué las humanidades y la filosofía, al igual que la religión quedan casi renegadas a algo residual en los planes educativos.
La educación no se puede tomar como campo de batalla ideológico para que sirva para propagar ideas que no son mayoritarias, y me refiero a la ideología de género, esa forma demagógica de manipular las palabras, de revestir de falta de tolerancia al no aceptar esa perversión ideológica.
La ideología de género es un claro ejemplo de adoctrinamiento y potenciación del relativismo moral, es una imposición ideológica que obliga a estar dentro para no ser calificado de retrogrado o de facha.
Es una perversidad el adoctrinamiento en la escuela, a los niños y jóvenes hay que ofrecerles un abanico de pensamientos y conocimientos para que puedan desarrollarse con la máxima normalidad y sobre todo, en libertad, no hacer de la peculiaridad algo generalizado.
Ningún pensamiento se puede imponer, se debe proponer, y enseñar a tener criterio de elección, es educar para la libertad, y huir de los lobbies sectarios que imponen lo minoritario como bueno y mayoritario.
Javier Abad Chismol