CUANDO LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN SE LLAMA INSULTO
22 de Junio de 2015
Se abren estos días debates que parecían casi superados, la nueva ola populista fruto del resultado de las últimas elecciones Autonómicas y Municipales están alterando el ambiente político, es el resultado de los anti sistemas del 15 M, de los indignados, de aquellos que han presionado al Estado de Derecho para llevarlo al caos, son los del círculo de Podemos que quieren tomar el poder por asalto.
Son aquellos que han inventado los escraches, aquellos que no dejan hablar en la Universidad en España a otros que piensan diferentes a ellos, recordar cuando Pablo Iglesias y una de las actuales concejalas de Madrid impidieron hablar a Rosa Diez.
Concejales que insultan a los inmigrantes, a los judíos, a las víctimas del terrorismo, ahora van como locos intentando borrar su futuro en las redes sociales, para que no sepamos lo que piensan.
Y qué decir tienen, la concejala asalta capillas, insultando y asaltando lugares religiosos solo para ofender y molestar, y para ellos eso es libertad de expresión, yo me pregunto ahora donde se encuentra el límite de esa hipotética libertad, en donde el insulto, la calumnia y la amenaza está bien vista, porque si se empieza a saltar la Ley, y lo hacen todos, eso es el comienzo de un conflicto que no se sabe donde puede llevar, la asalta capilla decía en una de sus reivindicaciones; “arderéis como en el 36”.
Y a esto añadimos la emoción de Pablo Iglesias cuando se pega a la policía, y en Madrid ahora propone algo que resulta inquietante que es reeducar a la policía, y ¿eso qué es?
Desde luego el panorama es preocupante porque cuando los que están en las instituciones son; los asalta capillas, los racistas, los apologistas del terrorismo, los ocupas, los que no dejan hablar a los que no piensan como ellos, lo violentos, etc.
Javier Abad Chismol