GUERRA A LOS SÍMBOLOS
30 de julio de 2015
Una sociedad madura es aquella que cuida sus tradiciones, que cuida su cultura y su historia, que aprende de sus errores y de sus aciertos, pero que no renuncia a lo que ha sido.
Muchos se empeñan en sesgar la historia, y se empeñan en cambiar nombres a las calles, porque quieren avivar el enfrentamiento de las dos Españas, de los buenos y de los malos, y cuando llegan los buenos al poder, es decir, ellos, llega el momento de sesgar la historia.
Son muchos los signos que estamos viendo recientemente que quieren ser eliminados, estaciones de Vía Crucis que se quitan de las calles porque se dice que molesta a unos. La supresión del busto del Rey Juan Carlos del Ayuntamiento de Barcelona, del cuadro de Felipe IV en el Ayuntamiento de Cádiz, también como en el Ayuntamiento de Biar se propone que se tapara el Cristo del salón de plenos en los actos oficiales. El Alcalde de Valencia que no quiere que entre la Senyera el 9 de Octubre en la Catedral como hasta ahora era tradición, y así vamos viendo una guerra abierta a los símbolos, especialmente los cristianos. En algún Ayuntamiento se va prohibir a los concejales acudir a las procesiones religiosas, pero no a otros actos sociales de cualquier otra ideología.
Esto solo sirve para herir la sensibilidad de las personas e ir en contra de la tradición cristiana, que defiende unos valores y una forma de actuar que lo que busca es una sociedad más justa, ¿Cómo puede molestar recordar la Pasión de Nuestro Señor en un Vía Crucis? Creo que cada uno puede tener las ideas que quiera, que debe haber libertad de pensamiento y de religión, pero que mi verdad no puede anular o destruir al otro.
La convivencia es respeto de unos con otros, buscando el bien común, buscando lo que nos une y no aquello que nos divide, el rencor divide y enfrenta, el perdón reconcilia y une.
Javier Abad Chismol